Por mucho que nos preparemos, nunca estaremos listos para el dolor de la pérdida de un ser querido.
El dolor de la pérdida es el dolor del cambio en la relación con quien ya no está, con lo que nos hacía sentir y con quienes nosotros éramos cuando esa persona se encontraba a nuestro alrededor.
No somos egoístas si no lo queremos dejar partir, no somos egoístas cuando no queremos creer que se ha ido; somos quienes saben lo que esa persona daba al mundo con tan sólo estar en él, somos quienes luchan por que el mundo no pierda lo que en el intentó dejar; somos parte de su esencia; Somos las personas en duelo, quienes en honor a los que ya no están nos transformamos, intentando que sus huellas sigan marcadas en el universo.
martes, 20 de enero de 2015
Los pequeños pasos en el proceso de duelo
Aunque compartamos la pérdida de un ser querido con otras personas, nuestro sentimiento es único, pues
nuestra relación con él fue única…
Es importante pensar cada día al despertar
como le gustaría vernos, como nos gustaría vernos….
Entonces, tal como lo hace
un bebé que empieza a andar, hemos de dar uno o dos pasos, uno o dos; sin
intentar dar más de los que seamos capaces.
Habrá días en que posiblemente ni
pasos demos y tan sólo podamos mantenernos en pie, no importa, eso es lo que
podemos... eso es nuestra fuerza, no nos presionemos.
Sin embargo, lo que no
podemos dejar atrás es el pensar en hacerle feliz donde quiera que esté, el
pensar en que con esa fuerza, con esa motivación; algún día, dentro de nosotros le volveremos a
encontrar con la misma fuerza que nos daba antes de partir.
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