En ocasiones
ganar implica perder …
En la vida, los procesos de cambio a pesar de que sean
para bien siempre implican pérdidas, en ocasiones difíciles de asimilar.
Son
varios los ejemplos que puedo mencionar de procesos de duelo que para la gente
que no los vive son difíciles de comprender y para quien los vive en ocasiones
difíciles de aceptar.
¿Cómo es que me siento
triste por mi antiguo trabajo si es que ahora tengo un mejor puesto y me pagan
mejor?
¿Cómo puedo extrañar mi panza, mis visitas al médico, al hecho de estar embarazada si ya tengo a mi bebé conmigo?
“Quién la entiende, se cambió a una casa mas grande y mas bonita y
extraña la anterior”…
¿Por que no disfruto de la carrera que estudio y que siempre soñé y sigo extrañando a mis amigos de la prepa, inclusive los exámenes?
¿Que queda por hacer?
A
quienes no vivimos el proceso nos queda acompañar a las personas
que queremos, sin preocuparnos comprender que estar en duelo no significa que nuestros seres
queridos no disfruten de la alegría del presente, sino que también echan de
menos las alegrías del pasado y se están ajustando a los cambios.
A quienes vivimos el proceso nos
toca darnos el permiso de estar en duelo, sin pelear con el porqué nos sentimos
de esta manera, así como pedir la comprensión a los demás por lo que hemos
perdido, compartirles tanto las tristezas como las alegrías, tanto las
dificultades como los avances.